Ya comenté en una entrada, que me localizó a través del Facebook, por lo que después de diversas comunicaciones, concertamos la cita de ayer.
Al principio estaba prevista que viniera él a Reus, pero al final fuimos nosotros a verlo a Sabadell, a casa de su hermana Peña.
Fue un día de lo más agradable, que pasamos entre contandonos cosas, acordándonos de lo que hacíamos. (Aquí tengo que decir, que Manolo se acordaba de más cosas que yo, aunque él sólo me lleva 1 año).
La casa de Peña y su marido Rafael está situada en una bonita urbanización de Sabadell, tocando ya a Terrassa, y es una preciosidad, lo bien cuidada que la tienen, con la gran extensión de terreno para cuidar. (3.000 m2??). Ayuda que Rafael, el marido de Peña es jardinero y sabe de qué va el tema. Pero hay que dedicarle tiempo.
De entrada, Manolo se habia cuidado de los detalles. Al enseñarnos la casa, al llegar a la planta baja, tienen instalado casi un estudio de música, con un equipo profesional con batería (Rafael tocó hace años en varios grupos, de los que me enseñó fotos, algunas que ya con 16 años tocaba la batería), con guitarras, altavoces y equipo de sonido.
Manolo había puesto música de ambiente, del Bruce, que sabe es el que me gusta más.
Ya nos sentamos en la terraza que tienen, que fue donde estuvimos todo el rato.
Aquí estamos con Manolo, Rafael y Peña.
Aquí la foto que le hice a Manolo, para que la ponga en el perfil del Fcb si quiere.
Lo de la cantidad de años que llevábamos sin vernos, lo fuimos deduciendo mientras hablábamos, porque yo me vine el 17 de diciembre de 1967 (son fechas que siempre se quedan), y aunque él no recordaba el año, yo sí tenía en la memoria de él vino mucho antes y me escribió cartas animándome a estudiar para que un día pudiera salir también del pueblo. Al final nos pusimos de acuerdo, de que él se vendría por el año 1965. Y a pesar de que en Marzo de 1971, fuimos con mis padres a verlos a Sabadell, él no estaba allí ese día. Peña sí que estaba, y ya publiqué aquella foto.
Es curioso cómo se acordaba. Dice que jugábamos a las canicas, y que yo siempre le ganaba. (Ni me acuerdo). Sí que me acuerdo que lo de las canicas en aquella época era lo que había de juegos, pero no con tanto detalle como se acordaba él. Por cierto que Rafael hasta se acordaba del reglamento del juego.
Me tenía preparado un regalo especial. Me había comprado un juego de canicas.
Aquí el momento en que me regala las canicas.
Según comentó, le costó trabajo encontrarlas, porque son cosas que ya no se utilizan.
Detalle de las canicas.
Otro de los temas comentados fue el de las enfermedades. Manolo actualmente está con la Incapacidad Absoluta, pues padece Parkinson en una fase inicial. Yo por mi parte, como os podéis imaginar, les conté mi historial médico (un resumen).
La cosa es, que después de 46 años nos volvemos a encontrar, y los dos tenemos la Incapacidad Absoluta.
Al hablar de los trabajos, él tiene varios estudios, licenciado en Geografía y Geología, daba clases en la UAB, trabajó en la ACA (agencia Catalana del Agua).
Me contó, que hace unos 7-8 años volvió a Tharsis con su hermana y estuvo visitando las minas y la forma que tenían de trabajar y de tratar los residuos, y llegó a la conclusión, que no le extrañaba que los vecinos no hubieran cogido según qué enfermedades.
Nos planteamos si lo que nos ha pasado no pudiera ser a causa de lo que respiramos en la niñez....
Hablamos de nuestros padres, su madre todavía vive y está muy bien. Recordamos, que primero estuvimos viviendo las dos familias en un barrio que se llamaba Vistahermosa, que a pesar de su nombre estaba a unos metros de la mina, y que cada vez que tenían que explotar, nos avisaban. Después nos dieron una casa en el centro de Tharsis, en la calle Zorrilla, hasta que nos vinimos.
Mientras nos contábamos las historias, el Rafael se encargó de hacer la paella, estilo murciano, con conejo. (Rafael es de Murcia), que estaba muy buena.
La paella de Rafael.
El postre, después de una gran tajada de sandía, fue un pastel que Manolo había hecho decorar para la ocasión, con el nombre del pueblo donde nos conocimos.
El pastel
Luego vino el tiempo de la música. Me enseñó cómo tiene almacenadas en el pc unas 27.000 canciones, que es lo que utiliza para tocar. Su hijo le regaló hace poco una guitarra eléctrica, y está empezando a tocarla, pero ya se le oye bien.
Rafael hizo unos toques a la batería. Tiene una batería de profesional.
Después acabamos en la terraza con las guitarras, y Rafael tocando el cajón. La Peña cantando. Casi un grupo auténtico.
Escena del grupo. La foto la hizo Isa.
A Manolo se le ven maneras con la guitarra.
A media tarde unos cafés con merengues. Rafael los compra a unos que los traen de Murcia. Exquisitos.
El tiempo pasó volando. Cuando nos dimos cuenta ya eran las 8 de la tarde, y como todo el día había hecho mucho sol, parecía que era más pronto.
Durante la conversación, Peña nos contaba las fiestas que organizaban con amigos , en algunos casos con casi 125 personas en el jardín (la verdad es que tienen un sitio muy agradable y espacioso), y nos invitaba a que fuéramos a alguna de ellas.
Al despedirnos, ya quedamos que ahora ellos tienen que venir a Reus, que se traerán el cajón y que aquí tocaremos. A Peña le gustan las sevillanas.
Seguiremos en contacto para acordar el día de Reus.
Pasar un día como el de ayer, vivir las anécdotas y encontrarte con el amigo que siempre recordabas y que han tenido que pasar 46 años para volver a ver, es una sensación difícil de explicar. Muy contento.
¡Buenos Días y Buena Suerte!
¡No Surrender!
Hola otra vez. Que alegría volverte a encontraros con Manolo. Y que feliz casualidad: èste sábado por la tarde nos visitó mi mejor amigo de la infancia cuando vivíamos en Manresa. Antonio Rebordosa que vino con su esposa. La única vez que nos vimos desde pequeñitos fué en mi boda, 1970. Y me localizo por FB. Bien, que agradecida que es la vida algunas veces. Mas abrazos.
ResponderEliminarCarra
Querido amigo, gracias por tus palabras, aunque me guardo de extenderme hasta que te haga la visita prometida a Reus. Sin duda creo que ambos hemos recuperado una parte de nosotros que nosotros hemos conservado en algún rincón de nuestros corazones, y, a nosotros nos pertenece, aunque la compartimos con todos, un abrazo.
ResponderEliminarSoy una amiga de Manel (Manolo para tí) y me lo comentó con mucha alegría y a la vez nerviosismo por volver a verte.
ResponderEliminarNo sabes la alegría que ha tenido al recuperar una amistat de juventud...el detalle de las canicas, buenísimo!
Saludos.